En la plena Edad Media europea se produjeron profundas transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales que se iniciaron en el siglo XI y alcanzaron su plenitud en el siglo XIII. Principalmente se produjo en Europa un auge agrícola notable, que se tradujo en un aumento de la población. Este hecho supuso un renacimiento de las ciudades y del comercio, que llevó a la aparición de la burguesía y de las universidades, así como el desarrollo del arte gótico. Todos estos avances quedaron truncados en el siglo XIV con el regreso de las guerras, la peste negra y el hambre.